domingo, julio 02, 2006

Pactos.. Amor y Cambios..

ESTAS PALABRAS LAS ENCONTRÉ EN UNA REVISTA.. ES INTERESANTE LEERLO..
Las personas se eligen como pareja por múltiples motivos, tanto conscientes como inconscientes.. Establecen entre ellos compromisos abiertos y voluntarios, pero a la vez, sin darse cuenta y sin palabras, también firman pactos implícitos en los que prometen satisfacerse mutuamente necesidades primarias o, incluso, infantiles.
Los enamorados se hacen la ilusión de que la unidad con el otro les va a permitir liberarse de muchos conflictos no superados, y al formar pareja buscan, entre muchas otras cosas, un complemento para calmar sus angustias arrastradas y lograr la tan esquiva sensación existencial de completitud.
Así, por ejemplo, quien fuera abandonado tenderá a buscar a un amante posesivo que le haga sentirse indispensable, el fantasioso buscará de un crédulo, el controlador a un dócil de carácter, el protector a un desamparado, el que requiere de admiración al dispuesto a aplaudirlo todo, el inseguro a un sabelotodo, el servicial a un demandante, el inhibido sexual a un inexperto, y el excesivamente racional y ordenado a un emotivo extravagante.
El encuentro amoroso se produce en un momento preciso de las vidas y la historia personal de los seres humanos. Todo anda viento en popa hasta que meses o años más tarde a uno de ellos, o a ambos, comienza a molestarle de su pareja lo mismo que previamente le atrajo... Que verdad!!!
El inexorable paso del tiempo los lleva a abrirse a distintos horizontes, desarrollar nuevos intereses y transitar por caminos desconocidos. Sin embargo, los convenios tácitos realizados por los consortes con anterioridad permanecen sin evolucionar, estáticos, o son mucho más lentos en sus cambios. Por lo tanto, dejan de ser funcionales y se convierten en un traje estrecho que los incomoda y limita..
Si las parejas no son capaces de irse ajustando el uno al otro, gradual y flexiblemente, tanto en sus roles como es sus demandas, uno de ellos probablemente romperá los acuerdos implícitos unilateralmente, estallando la crisis... Intuitivamente buscarán ampliar aquellos aspectos de sí mismos que se ven reducidos o impedidos por la monotonía de una interacción, que a estas alturas, les resulta añeja y repetitiva... Y las mismas motivaciones que llevaron un día a la elección de pareja, serán ahora la causa fundamental del conflicto..
Así:
- El protector comenzará a pedir que el desvalido se ayude de una vez a sí mismo
- El manso, añorará emanciparse
- El sumiso, se aburrirá que le digan siempre lo que tiene que hacer
- El que renunció a sus propias aspiraciones querrá recuperarlas
- El equilibrado considerará que es su turno de hacer lo que le plazca
- El que hacía de niño querrá crecer
- El dependiente ansiará tomar sus propias decisiones
- El ordenado se aburrirá de pagar todas las cuentas
- Y el inexperto sexualmente deseará desarrollar su propia sensualidad
Las relaciones que sobreviven a las crisis de pareja son aquellas que logran ajustarse al cambio.. Y la gravedad de las crisis depende de la destreza que los consortes tengan para ir renovando con el tiempo, tanto sus pactos abiertos como encubiertos. Cambiar estos últimos es más difícil, justamente porque son no hablados y, las más de las veces, están anclados en heridas inconscientes de la infancia o en conflictos mal asumidos y mal resueltos.. Esto los lleva a aferrarse inflexiblemente a una forma única de ser, y a intentar imponer con terquedad el pacto inicial que el otro está dando por caduco..
Por eso, si uno desea conservar a su pareja estable, hay que preocuparse activamente del propio equilibrio.. Buscar la armonía dentro de sí mismo en vez de pretender controlar la conducta de su pareja..
En el amor, paradójicamente, las mismas razones que llevan a las personas a elegirse, pueden llevarlas, tiempo más tarde, a odiarse...
Renovarse o morir es la consigna.........